Los mitos son relatos tradicionales llenos de hechos fantásticos y personajes mágicos, con los que los pueblos antiguos trataban de dar explicación a hechos que no podían comprender. Por eso se referían a personajes como dioses, semidioses, héroes y otros seres poderes sobrenaturales.
Los relatos míticos están relacionados con las religiones. A diferencia de los cuentos, los mitos no tienen el fin de entretener, sino que buscan dar una explicación a fenómenos que el hombre primitivo, no podía entender, tales como el rayo y el trueno, los terremotos, o la creación del universo.
El propósito del mito no es entretener, como ocurre con el cuento, sino brindar una explicación al sentido de la vida. Por eso hay ciertos temas, como el origen del hombre y del universo, que aparecen tratados en los mitos de todas las culturas. A diferencia de la ciencia, que da explicaciones lógicas a esos fenómenos, el mito da explicaciones fantásticas.
En su origen, el mito es un relato oral. Debido a eso, sus detalles van variando de generación en generación.
Cosmogónicos: son aquellos que explican el origen del mundo.
Teogónicos: son aquellos que explican el origen de los dioses.
Antropológicos: son aquellos que explican el origen del ser humano.
Morales: son aquellos que explican qué es el bien y qué es el mal.
Fundacionales: son aquellos que explican el origen de ciudades, reinos o dinastías reales.
Mitificación de hechos reales: son aquellos que toman elementos históricos reales y le añaden elementos sobrenaturales.
El primer mito que leeremos será el de La caja de Pandora:
Hace mucho, mucho tiempo, Zeus, el rey de los dioses del Olimpo, creó a los primeros humanos sobre la tierra. Les concedió la habilidad de trabajar la tierra, de moverse, de ver, oír y sentir, pero hubo algo que no quiso compartir: el fuego. Las personas, entonces, pasaban frío, y se veían obligados a comer la comida cruda, pues no conocían ninguna forma de cocinarla. Prometeo, un titán, sintió pena de ellos, y robó el fuego que llevaba Helios, el dios del sol, en su carro. Zeus se enojó mucho y planeó vengarse. Ordenó a los distintos dioses crear una mujer capaz de seducir a cualquier hombre. Hefesto, el dios herrero, la fabricó con arcilla, Afrodita, la diosa del amor, la hizo hermosa, mientras que Atenea, la diosa de la inteligencia, la hizo astuta pero curiosa. Cada dios aportó algo distinto, y luego la vistieron con ropas hermosas y elegantes. Entonces Zeus la dotó de vida y la mandó a la tierra con un regalo: una bella caja de madera. Sin embargo, Zeus le advirtió que jamás debía abrirla. Luego Pandora fue a la casa de Prometeo, que vivía junto a su hermano Epimeteo. Este, a pesar de estar advertido de que Zeus podría utilizar cualquier estrategia para vengarse, aceptó la llegada de Pandora y, enamorándose perdidamente de sus encantos, la tomó por esposa.
Pero Pandora traía algo consigo: una caja misteriosa. Ella hizo todo lo posible para resistirse, pero Atenea la había hecho curiosa, y un día terrible la abrió. Allí descubrió su contenido: todos los males del mundo. De ahí salieron la muerta, la enfermedad, los celos, los vicios, la venganza, la pereza, la violencia y muchos más. Pandora, asustada, cerró la caja de golpe y se dio cuenta de que aún había algo adentro: la esperanza. Desde ese entonces, aunque los seres humanos se sientan mal, siempre queda la esperanza guardada, siendo ésta el consuelo del que sufre y el deseo de mejorar que tienen los que no se dan por vencidos.
Luego de esta lectura realizaremos las siguientes actividades.
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